15 ene 2015

El hombre que venia del mar

Segundo Cap :) espero les agrade y gracias por comentar <3
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Cuando el sol salió a la mañana siguiente y los primeros rayos se colaron por las ventanillas de la cabaña Junsu ya no estaba en la cama, Changmin se levantó del sofá con una mueca de cansancio, salió del dormitorio, le busco en la cocina y el resto de la sala sin obtener resultado, comenzó a creer que al final se habría marchado cuando un murmullo llego a sus oídos apenas un susurro, era melódico, suave, lento y quebradizo; camino hasta salir de la cabaña iba descalzo, la arena era tibia, se le metió entre los dedos y le acaricio la piel, siguió el sonido con una extraña añoranza en el pecho, dio la vuelta rumbo al único árbol que crecía justo detrás de la cabaña y lo vio.

Kim Junsu andaba de un lado a otro con un pantalón corto y deslavado, con la camisa gris demasiado grande y la piel blanca como una perla brillando contra el sol, se mecía rítmicamente mientras tarareaba, llevaba el cabello negro desarreglado debido a la brisa del mar, en las manos un poco de agua apenas un sorbo, Changmin le observo a la sombra del árbol cantar en silencio con la respiración sosegada víctima de algún tipo de hipnosis, de pronto el mayor se giró grácilmente sobre los tobillos, levanto la mirada y los ojos azules le atravesaron.

Junsu le miro y sonrió ampliamente mientras continuaba el canto, extendió las manos y lanzo el agua contra Changmin que instintivamente se cubrió el rostro, la voz del mayor se alegró un poco ante el gesto y continuo con la melodía,  los ojos castaños se abrieron de par en par entonces, casi de manera involuntaria, frente a él se movía un espiral de agua que giraba en el aire, Xiah sonrió deliberadamente cantando con más delicadeza, manipulando el agua que se movía de forma caprichosa y hermosa, rodeando por momento el cuerpo de Changmin en miles de pequeñas gotas para reunirse de nuevo en una sola masa, el mayor continuaba cantando y él no era capaz de moverse, su voz fue subiendo de volumen y lo que anteriormente fuera apenas un murmullo eran ahora palabras claras, Changmin pensó que era lo más hermoso que había escuchado en su vida aun si no entendía una sola palabra.

Los ojos azules sonrieron y los marrones devolvieron la sonrisa de manera involuntaria, un fino hilo de agua se agitaba desde la mano de Junsu, el otro extremo fue a rozar con la palma izquierda de Changmin que sonrió aún más, sus ojos se volvieron desiguales pero no le importó, sintió su corazón latir al ritmo de la voz de Junsu que ahora se acercaba a paso lento con la palma de la mano extendida arriba, su voz era como un eco en la cabeza de Max que se limitó a clavar la mirada adormecida en los labios rosas y los ojos como el cielo, la cabeza se le vacío y dejo de funcionar, era como si una corriente eléctrica constante le recorriera el cuerpo y le impidiera moverse, pensar y reaccionar, solo existía el hombre blanco frente a él, los ojos azules que a cada paso parecían más y más profundos como si pudiera ahogarse en ellos y entonces la voz de Xiah fue apenas perceptible pero ahí estaba en sus oídos resonando como un coro, el corazón le latía con violencia, las manos le sudaban y el sopor le parecía insoportable, quería moverse y correr, hablar o cantar, cerro los parpados con resignación.

Cerro los ojos, la oscuridad dentro parecía iluminada aun así, la voz sutil aun prevalecía en su interior, sentía como su cuerpo se relajaba, como el ritmo cardiaco bajaba, supo que tenía que volver, que debía parar lo que fuera que Kim Junsu estuviera haciendo, hizo uso de su fuerza tanto como pudo y cuando abrió de nuevo los ojos su mirada era negra, la mano de Junsu se cerró torno a la suya y le observo inmutable, con los labios entreabiertos y la respiración acelerada, con las mejillas rojas y lágrimas por las mejillas, entonces suspiro como despertando de un largo sueño y sonrió, sus manos permanecían unidas, aun se podía sentir la humedad del agua en las palmas de ambos, el árbol se mecía y les daba sombra, los ojos azules relampaguearon cuando chocaron con la mirada abismal de Changmin, Junsu retrocedió y se obligó a sonreír.

-Qué diablos ha sido esto? – la voz de Max era más  ronca de lo que pretendía

-Es lo que tenemos que descubrir, porque tenía que encontrarte a ti? Dime quien eres en realidad Shim Changmin?

-Soy un pescador, solo un pescador, no sé qué esperas de mí pero no puedo hacer mucho por ti

-Hay una historia extraña, en la que un hombre le esconde su piel de foca a una mujer maravillosa, no quería que volviera al mar, la retuvo a su lado por años, le hizo creer que siempre fue humana y le obligo a amar como un humano, le hizo darle hijos, pero un día ella encontró la piel entre la arena, volvió al mar y abandono todo lo que tuvo alguna vez en la tierra, Que piensas de eso?

- Que el hombre debió sufrir

-Y ella?

-Ella dejo a su hijo, eso fue egoísta, pero no fue su culpa, él fue egoísta antes

-Ella era una reina en los océanos, ella no era un humano, nosotros no podemos, no sabemos amar a los hombres, pero ella amo y nunca olvidaría, siendo inmortal- las lágrimas corrían por los ojos azules que ahora parecían una tormenta- Es una historia extraña… el niño fue hijo de un pescador hasta que su padre se ahogó en el mar, creyó que la reina lo llamaba

-Ella lo busco? A él o al niño?

-Ella quería verlos una vez más pero el niño volvió a la tierra en mitad de la tormenta, mientras tanto él, en fin es bien sabido que los hombres no respiran bajo el mar
Ahora los ojos de Max estaban llenos de lágrimas, el viento hacia que el árbol se meciera y sus hojas susurraran, se secó con el dorso de la mano, la piel tostada brillaba por el sol, levanto la mirada, oscura como un abismo, lleno de rabia, contuvo el llanto con dificultad antes de mirar al joven de piel blanca frente a él

-Esto que tiene que ver conmigo? no me importan tus leyendas, vuelve al mar- Junsu lo miro aún más tembloroso que antes

-Eres tú, eres tú

-Yo, yo no sé qué diablos estás pensando!!- las lágrimas corrían por el rostro de ambos jóvenes dejando surcos en las mejillas; el azul eléctrico de Xiah contra el negro tormentoso de Changmin, una mano suave y húmeda se posó en la mejilla del pescador, Junsu le acariciaba con suavidad.

-Eres tú, o dios! Eres tú, vas a volver, vas a volver?! –Changmin dio un paso atrás

-No sé de qué hablas

-Es extraño pero es cierto, eres tú , vas a volver? Vas a volver al mar con tu madre?

-Mi madre biológica está muerta y  la adoptiva te juro que no es una maldita foca!

-Vas a volver, tienes que volver, por eso estoy aquí? Eres tú!!

-Déjame en paz, estás loco, seguro el cerebro se te fundió con lo de ayer y…

-Ella me envió para llevarte de vuelta, eres tú! Tú eres el próximo rey del mar y ella lo sabía-
Changmin palideció notablemente dando la vuelta sobre sus talones, Junsu no se movió pero le observo a sus espaldas con la voz quebrada susurro justo antes de que Max se perdiera por la esquina

-Eres tú, eres el hijo de ese hombre, el hombre que escondió la piel en la arena bajo el árbol, eres el hijo del mar y ahora te reclama, eres el dueño de esta extraña historia no es así? Changmin tienes que creerme tu madre no murió y espera, aun espera por ti.


Changmin dio la vuelta indiferente a los gritos del mayor, tomo la red y camino rumbo al mar con gesto hosco, Junsu le observo mientras las lágrimas aun caían por sus mejillas dejando surcos grises donde pasaban y fue entonces cuando bajo la luz del sol y a la brisa del mar se percató cuanto se parecía Shim Changmin a su reina, callo de rodillas al suelo bajo el mismo árbol donde según la historia había sucedido todo, el primer y el último encuentro, le observo desde la sombra remar contra el mar hasta el atardecer, tenían que volver, aun no entendía por qué ahora ni de cuánto tiempo disponía pero sabía cuál era su  misión no la dejaría, llevaría el príncipe pescador de regreso. 

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7 ene 2015

El hombre que venia del mar

Hola! 2015 whoa en fin si alguien aun me lee esto es para ustedes ^_^ es un fic que se me ocurrio pero solo es el primer capitulo aun lo escribo pero tenia muchas ganas de compartirlo, a la larga ire poniendo el resto :) sin mas...
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Cuando salió de casa esa mañana no se sorprendió demasiado, la brisa marina meció su cabello con inquietud aspiro el aire fresco y salado, aspiro el mar como todas las mañanas, estiro el cuerpo y se dispuso a jalar como de costumbre el viejo bote de pesca, se colgó la red al hombro y parpadeo acostumbrándose al amanecer, sentía el cuerpo entumido y los ojos pesados, la noche pasada apenas había conseguido dormir, la marea había subido de tal manera que el ruido de las olas chocando contra las paredes de la cabaña donde dormía con brusquedad junto a la lluvia torrencial que repiqueteaba en las ventanas y los rayos que parecían anunciar el fin de la era,  le impidieron pegar el ojo.

El mar por otro lado parecía indiferente a todo y esa mañana presentaba un color azul marfil intenso y calmo, la espuma como de costumbre yacía blanca, iba y venía con calma, salpicando la arena grisácea generando un contraste que siempre conseguía conmoverlo, siguió arrastrando el bote hasta casi el borde, se detuvo a un par de metros listo para entrar al mar, cada día iba al mismo lugar a pescar, al ponerse el sol en lo más alto salía, después lavaba los pescados e iba de puesto en puesto ofreciendo el producto, al ser el único que vivía en esa vieja caballa no necesitaba una gran cantidad de dinero así que continuamente cambiaba el producto por comida, después leía un par de horas o iba a la ciudad a tomar café importado, escuchaba música por la tarde mientras cocinaba algo fácil e iba a la escuela de música a dar clases al coro de niños, siempre volvía al atardecer para mirar TV un rato y dormir, si le hubieran preguntado diría que tenía una vida apacible.

 Dio un par de pasos más arrastrando el bote, la brisa soplo más fuerte y de pronto de un momento a otro el mar se embraveció, las olas pasaron de medir dos metros a seis, luego diez, rompían antes de tocar sus pies pero se levantaban con brutalidad, la piel del joven se erizo cuando una ola aún más grande se ergio en medio devorando el resto de las demás, jalando la arena, sintió su cuerpo moverse junto con la arena, incluso le dio la impresión de que la cabaña y las palmeras se movían,  presa del pánico y con el rugido ensordecedor del agua succionándolo todo a sus espaldas intento correr, cayo de rodillas, la arena lo movía y le hacía revolcarse más y más cerca de la ola gigante, él inútilmente intentaba sostenerse de la arena, finalmente sintió el frio y la humedad en la espalda, estaba dentro del agua.

Estaba dentro del agua, sintió la sal en la nariz y sus pulmones cerrándose, el miedo le poseyó, su cuerpo se puso rígido, la vista se le nublo, no supo si por la desesperación o el agua, intento respirar y solo consiguió sentir arcadas y la garganta presionada, su cuerpo giraba en medio de la ola, el mundo era un remolino de colores confusos, la forma de las cosas era difusa, dejaba de respirar, dejaba de ver las palmeras y la arena, su casa se alejaba de él, cada minuto más lejano, el aire se extinguió de sus pulmones, supo que iba a morir. Moriría en medio de una ola, un día de pesca cualquiera y a nadie le extrañaría, cuando encontraran su cuerpo estaría hinchado y flotando sobre el agua, probablemente tendría sangre en los labios y el mar volvería a estar en calma, cerró los ojos o es que se desmayó? De cualquier manera lo último que vio fue el azul, era el cielo o el mar? Daba igual, no lo sabría ahora ni nunca.

Cuando abrió los ojos de nuevo estaba tendido a la orilla del mar, con la arena bajo su cuerpo mojado, las gaviotas en el cielo volaban en círculos torno a él, el cielo estaba ya nublado, se preguntó cuánto tiempo estuvo inconsciente, estaba vivo? Como sobrevivió? Rodo sobre el costado, su cuerpo dolía, el mar apenas rozaba las plantas de sus pies tan calmo como de costumbre, escupió agua salada, se limpió la boca con el dorso de la mano, sintió la garganta seca, se incorporó con dificultad, podía ver su casa desde donde estaba, respiro con dificultad, busco el bote con la mirada pero este estaba hecho pedazos desperdigado a su alrededor, camino con dificultad, tenía que volver y llamar a alguien tenía que comer algo, debía asegurarse de estar vivo. Camino con la vista aun nublada por la playa, tosía cada dos por tres, un relámpago cruzo el cielo y antes de escuchar el acostumbrado tronido la lluvia comenzó a caer apenas un roció, el joven miro el cielo y fue entonces mientras bajaba la vista que a lo lejos encontró la red.

La red estaba intacta, tan entera y enredada como de costumbre, solo algo parecía fuera de lugar, un bulto se hallaba debajo de ella, a lo lejos le fue imposible descifrar que era, por un breve periodo de tiempo pensó en ignorarlo, pero cuando la red comenzó a moverse cambio el rumbo, tan rápido que su cuerpo se quejó, camino lo más rápido que podía, sentía el estómago revolverse a causa de toda la sal ingerida, pero no le importó fuera lo que fuera lo que estaba dentro de la red tenia vida, luchaba por liberarse, casi corrió a ella y cuando al fin  estuvo a no más que un par de metros de distancia ahogo un grito. Dentro un hombre casi de su edad se movía, intentaba ponerse en pie pero parecía que era incapaz, su piel era blanca como la espuma, tenía el cabello castaño y corto, los pies finos, parecía de porcelana con las mejillas sonrojadas y los labios carnosos rosas, tenía una mirada de pánico y estaba desnudo contra la arena.

Ambos se miraron por un momento uno con la ropa empapada, el semblante de piedra, azorado porque alguien más sobreviviera aparte de él, se encontraba titiritando de frio, la ropa chorreaba a un costado de la red, miraba con ojos abiertos el curioso sobreviviente bajo la red; por otro lado el otro, pálido le miraba con los ojos enormes y redondos abiertos, los labios apretados y los ojos tan húmedos como la ropa del hombre de pie frente a él, un par de lágrimas cayeron en la arena, el cuerpo del joven se estremeció cuando una nueva ola rozo su piel, la espuma era del mismo color blanco de su piel, los dos permanecieron inmóviles, hasta que el pescador de piel morena y manos largas se puso en cunclillas, con el cuerpo aun húmedo y la respiración entrecortada, levanto la red con cuidado, mirando con asombro como la tez blanca parecía roja ahí donde los hilos de la red habían  presionado, le miro y dio un paso atrás.

El  silencio siguió por un par de minutos, hasta que el mas bajito se puso en pie o lo intento sin mucho éxito, no lo logro hasta que el otro le sostuvo por el codo, sus miradas se cruzaron, una castaña oscura como el carbón, le devolvían su reflejo el joven blanco, los otros de un azul zafiro o era morado, mirándolo bien parecía un arcoíris impactante, redondos, perfectos, sin reflejar nada en particular, miraban sin mirar, con las delgadas cejas fruncidas por la angustia, su piel se puso de gallina con el aire, el marinero le dirigió una mirada más y se dispuso a recoger la red. El joven lo observo desde su lugar y justo cuando parecía que el más alto iba a darse la vuelta con la red entre las manos una chamarra húmeda y gigante cayó a sus pies.

-Estas desnudo, cúbrete- el más pálido miro la prenda y la tomo entre las delgadas manos

-Mi nombres es Kim Junsu y debes ayudarme- el más alto se dio la vuelta tenía el ceño fruncido- Yo…yo … no sé cómo llegue aquí- la voz se le rompió y las lágrimas brotaron a montones

El otro le observo con una mueca en el rostro, tomo aire repetidas veces, miro al chico frente a sí que lloraba, luego al cielo, de nuevo al chico y el cielo, hizo el mismo movimiento un montón de veces antes de tomar la prenda de las manos blancas y colocarla sobre los hombros delgados y lechosos, lo miro un minuto mientras le abrochaba los botones descuidadamente, parecía indefenso, casi inmaculado, se planteó que fuera solo un engaño y en realidad el joven fuera un ladrón que le asesinaría por la noches, tal vez un pirata sin barco, suspiro resignado cuando las lagrimas se desprendieron cristalinas de las larga pestañas, le termino de abrochar el suéter y lo cogió por los hombros.

-Shim Changmin, soy pescador en el gremio me dicen Max… bueno el caso es, no puedo hacer nada por ti, lo siento- los ojos del joven se abrieron más y las lágrimas aumentaron

-Pero tú me encontraste, tú me ves no es así? Yo tengo esta forma por ti, tú tienes que ser

-No, no te entiendo- tal vez fuera un lunático- Puedes quedarte la chamarra, mira si caminas por allí…

-Tu casa, llévame a tu casa- Changmin  guardo silencio ante la interrupción, lo miro de manera extraña

-Mi casa es pequeña y apenas tengo para vivir

-Tengo que ir a tu casa!-las lágrimas aun caían pero Junsu parecía convencido de lo que tenía que hacer

-Yo…- se miraron de nuevo de forma breve, el mar aun rugiendo a sus espaldas, la lluvia  mojándolos todavía más y el cabello sobre la frente, entonces Changmin bufo- Vamos allá, entonces- no tuvo tiempo de retractarse cuando se encontró guiando al otro con suavidad rumbo a la cabaña.

La cabaña era pequeña y seca, olía a leña, pescado y a sal, Junsu cerró los ojos en cuanto entro, Changmin le dirigió una mirada de soslayo rebuscando entre la ropa seca, se apresuró a cambiarse, se examinó en el espejo con el ceño fruncido, miro la piel golpeada, tenía un dolor intenso en las costillas, aun sentía el sabor de sangre en la boca, se alegró cuando descubrió que su dentadura seguía intacta, estaba viéndose los rasguños en el cuerpo cuando un ruido sordo a sus espaldas le hizo volverse sobresaltado.

-Lo siento, es solo…conozco ese libro- dijo un aún mas pálido Junsu a sus espaldas y con un montoncito de libros a los pies

-Es un libro de cuentos, lo leía de niño- se colocó la camisa suelta y camino rumbo al chico que permanecía quieto- Tiene un montón de historias originales, ya sabes de esas que después se volvieron películas

-Películas…- Junsu parecía poco interesado, sin razón aparente Changmin sonrió y llevo las manos al cierre de la chaqueta- Hey! Que haces? Soy yo…yo soy…soy… no puedes tocarme-

Hubo un momento de silencio en el que el más alto pareció shockeado, luego con un movimiento resuelto bajo la cremallera con naturalidad, dejando al descubierto la piel pálida, Junsu dio un brinco atrás y Changmin sonrió más, el más blanco lo miraba con una mueca de anticipación y las manos sobre la prenda ciñéndola a los hombros, Max bufo divertido y Junsu le miro airado.

-Tranquilo Hyung- recalco la última palabra burlonamente- Solo quiero comprobar que no tengas nada roto, después puedes ponerte una armadura o un hábito si te place, mis padres eran médicos, aprendí un poco antes de venir aquí.

Las mejillas de Xíah se colorearon notoriamente dándole un aspecto de porcelana, el más joven le tomó del brazo y le hizo tomar asiento en una silla acolchonada, encendió un foco ligeramente más brillante, se encorvo sobre el mayor y comenzó por tomar los signos vitales, sus manos finas y largas se movían con habilidad, eran delicadas pero tenían un tacto rudo debido a su oficio, Junsu miraba todo curioso y Changmin se preguntó si alguna vez ese chico habría ido a un médico.

-La presión está bien- llevo las manos suavemente por la piel, probo los reflejos con detenimiento asintiendo con la cabeza en silencio, parecía a cada segundo más maravillado, tomo un aparato para escuchar el corazón de un estante y le hizo respirar- Increíble, maravilloso, ni un rasguño!-

Changmin parecía realmente complacido y consternado, Junsu le dedico una larga mirada antes de voltear los ojos con gracia, luego torció la boca en un gesto aniñado y busco entre el libro de cuentos con tranquilidad, dedico un par de minutos, los ojos de colores recorrían las paginas hasta que al final terminaron en una, Max se permitió maravillarse cuando el iris de su Hyung ilumino el papel.

-Los seres del mar no podemos lastimarnos con agua, tus cuentos lo dicen claramente – dijo señalando la página amarillenta con inocencia

-Jajaja debiste golpearte la cabeza

-Aquí lo dice, deberías leerlo de nuevo – puso el dedo delgado y pálido en la hoja

- Te das cuenta lo que estás diciendo?

-Fui aparentemente expulsado del mar pero no soy idiota sabes?

-La locura no tiene que ver con la idiotez- Junsu lo miro profundamente ofendido, luego se puso en pie y lo aparto de un manotazo, camino a la salida de la cabaña, Max lo observo- No te detendré si decides irte, pero deberías pasar la noche aquí, después de insistir tanto- Xíah le ignoro y abrió la puerta con decisión dio un paso al frente, volteo y con una mirada indico a Changmin que le siguiera- Vale – camino tras el mayor -No sé qué buscas pero si lo que quieres es que salga a estas horas con la lluvia como esta para probarme una cosa que es completamente ridícula puedes ir….- se vio interrumpido por un movimiento de mano de Junsu

Su Hyung estaba ahí a la intemperie aun desnudo dejando que el agua recorriera su cuerpo libremente, las gotas se estrellaban y resbalaban por la piel marmolea, le otorgaban un aspecto fantasmal que consiguió que la piel de Changmin se erizara sin previo aviso. Xíah alzo la cara, la lluvia caía en gruesas gotas sobre él, la piel adquirió un tono más brillante, como si una luz brotara de ella, el menor abrió los ojos azorado iba a abrir la boca cuando una mirada de Junsu le hizo callar de nuevo, el agua cubría cada vez más cuerpo y parecía no caer por la piel, por el contrario se acumulaba en ella dándole al joven la apariencia de estar rodeado de brisa y roció, Junsu le dedico una última mirada, sonrió y miro al frente.

Los labios rosas se separaron, un sonido agudo y dulce emergió de ellos apenas un tarareo, el viento soplo dando de lleno en la cara de Max que se mantenía como una estatua pegado al marco de la cabaña, Junsu siguió con la melodía por un par de segundos antes de levantar los brazos apenas un par de centímetros, entonces una ola se ergio , estuvo poco más de dos segundo arriba y se fue a estrellar con la arena, el entrecejo de Xíah se frunció de nuevo, canto más alto y levanto aún más las manos, una ola surgió, era más alta, más fuerte y se mantuvo arriba más tiempo, el joven negó con la cabeza, miro a Changmin una vez más y después cerro los ojos, su voz se elevó de tal suerte que era lo único que Max podía escuchar, era suave como el sonido del mar cuando estas a la deriva, una suave brisa se agito, miles de olas se levantaron, Junsu levanto los brazos con un gemido y con un movimiento rápido los llevo a su pecho, las olas se prolongaron cada vez más largas, median cinco o seis metros , se acercaban peligrosa e irrealmente a la cabaña, el menor quiso correr pero el canto de su Hyung lo mantenía bajo una especie de quietud que era incapaz de romper.

-Espera un poco más- las olas se irguieron aún más

- J Junsu- logro tartamudear Max

-El agua no hace daño a los seres del mar- las olas se acercaban ahora en forma de agujas finas de agua Changmin intento moverse de manera inútil

-Junsu!! Junsu yo no soy del agua!- los ojos de Xíah se abrieron tan redondos como eran, miro a Changmin desde su lugar, bajo los brazos, pero era tarde el agua afilada y más sólida de lo que Min hubiera visto antes estaba a un metro, entonces Junsu se acercó, se colocó de frente y cerró los ojos, por instinto Max se aferró a los hombros blancos, con una mueca de terror, entonces cuando el agua llego y toco con violencia el cuerpo de su Hyung este ni se inmuto.

El agua se volvió brisa, Junsu le susurro algo parecido a un “agáchate” y “detrás de mí” mientras las finas agujas se disolvían contra su piel, en el proceso una estaca delgada rozo la mejilla de Changmin, un hilo rojo resbalo por ahí, se agacho aún más y toco su piel cálida, sus yemas se pusieron rojas por la sangre. El agua debía estar realmente afilada pero el cuerpo blanco frente a el permeancia tan impoluto como hace un minuto. Los dioses se apiadaran de él, Junsu era un ser del mar, un ser del mar como los que imaginaba cada que su mamá leía antes de ir a la cama, no supo cómo permaneció consiente el tiempo suficiente para ver las gotas esfumarse en briza suave, la siguiente vez que tuvo consciencia de si mismo estaba en el sofá con Kim Junsu sentado frente a él con ropa cómoda y las piernas cruzadas.

Le costó enfocar la mirada, el joven pálido leía con tranquilidad, cuando lo escucho moverse despego los ojos del texto y le entrego un vaso de agua, Changmin lo tomo aun con las manos temblorosas, los ojos de Junsu habían cambiado ahora eran de un color gris azulado, tan  transparentes y cristalinos que parecían el reflejo del cielo en el mar, Max carraspeo ante la visible indiferencia de su Hyung que había regresado a su lectura con tranquilidad, este levanto de nuevo la vista con el ceño ligeramente fruncido.

 -Sucede algo?- pregunto con la voz tranquila, aniñada, con un tono de ligera desesperación en la voz

- Sucede que tengo una especie de ondino justo al lado, que casi me atraviesa con estacas de agua solidificada y… dios! – los ojos de Junsu se abrieron de manera cómica, para después estrecharse con suspicacia

-Crees que es menos impactante para mí, acabo de descubrir cómo es un humano, nunca había tenido piernas en mi vida y es aberrante como satisfacen sus necesidades básicas!- gruño con indignación, fue el turno de Min para sorprenderse

-Me estás diciendo que tu... nunca habías tenido un…- miro la entrepierna del más pálido que adquirió un bonito tono rosado en las mejillas

-Que miras!!- se levantó con dignidad mientras su estómago rugía, Changmin sonrió y se puso en pie también con lentitud, una vez de pie pudo apreciar los libros que Junsu había estado leyendo, biología básica, junto a libros de cuentos

-Siéntate por allá, hare la cena- Junsu fue a la mesa con docilidad- Porque lees cuentos?

-Creo que la respuesta se encuentra ahí

-Y la bilogía?

-La tierra no es el mar- Changmin se movía con agilidad de un lado a otro, lavando y rebanando la verdura, la puso al fuego en una especie de caldo, fue al frigorífico por el pescado pero se contuvo

-Comes marisco? – Junsu rio de forma escandalosa y extraña, Changmin torció los labios- Es que tú eres…

-Idiota, es culpa de tus cuentos raros, claro que como mariscos no soy la…- hizo una pausa recordando aparentemente- No soy la sirenita!

Changmin sonrió ante la comparación y se puso a limpiar el pescado, Junsu le observaba tarareando desde su lugar, la suave voz del joven se filtraba por las paredes, afuera el mar parecía calmo, Changmin se encontró pronto acompañando al mayor en susurros,  se detuvo ante la olla observando su reflejo aspirando el olor de comida recién hecha y de pronto la perspectiva de no cenar a solas le hincho el pecho, apago el fuego.

Ambos cenaban en silencio, los ojos de Junsu vagaban por la pequeña cabaña, para posarse de vez en cuando sobre el rostro del más alto que fingía no notarlo,  el único sonido eran las olas que se rompían con suavidad con la arena y el chocar de las cucharas contra los platos, de vez en cuando sus gargantas cuando bebían, finalmente cuando los ojos de Junsu parecían no resistir más abiertos Changmin fue a tirarse al sofá, el mayor no tardo en captar la indirecta y correr bajo las sabanas con una mirada curiosa.
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