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La tarde era soleada y el cielo estaba despejado las nubes esporádicas eran
blancas, en conclusión un día sin indicios de lluvia o cualquier contratiempo,
Junsu inspiro y exhalo sintiendo al instante la sal recorrer sus vías
respiratorias, su cuerpo vibro revitalizado, se sintió bien de una manera que
ni la comida o el descanso podían lograr, sintió sus manos hormiguear, movió un
par de dedos y más allá un poco de agua estancada en la arena vibro.
El Ondino miro sus manos con el entrecejo fruncido sabía que recuperar sus
poderes no sería cosa de un día para otro, sin embargo la sensación de
vulnerabilidad se instalaba en su pecho como una molesta grieta, desde niño
siempre había proyectado la imagen de debilidad, era un niño endeble y delgado
para su edad, lo único que podía presumir y que le había otorgado su lugar en
su mundo era la capacidad y el manejo de sus poderes , con el nivel que tenía
ahora no era más que un soldado del montón.
Se dejó caer en la arena, el viento le despeino de cualquier manera, se
sentía débil y sin embargo estaba vivo, debería sentirse bien, el ruido de la
puerta chirriando le indico que Changmin venía en camino, puso su mejor cara de
serenidad y espero a que la larga sombra del pescador se proyectara sobre él,
Changmin se puso en cunclillas a su lado, le sintió observarlo antes de
voltearse y enfrentarse a esos ojos avellana que le intimidaban a la par que le
inquietaban, sonrió nervioso y coloco un mechón rebelde de cabello tras la
oreja
-Bien, estás listo?- trato de sonar casual
-Sí, no, si… veras no estoy seguro sobre esto, aun estas débil- recito el
menor con seriedad
-Tonterías, soy un soldado de alto rango además es necesario que te
entrenes si vas a reclamar ese trono debes mostrar que lo mereces
-Vale- Changmin se puso en pie y él le imito sacudiéndose la arena- Si te
sientes mal me darás una seña vale- Junsu lo miro y sonrió de manera engreída,
dio un paso al frente y con un movimiento fluido hizo más grande el charco de
agua entre la arena que hace un par de segundo intentara manipular
La arena se apartó delicadamente, como nieve que se derrite, el charco se
ancho y el agua se expandió poco a poco, Junsu continuo con movimientos
circulares, hasta que creo un estanque pequeño de un metro sonrió con
satisfacción y se detuvo, con gesto de concentración extendió la palma de la
mano y el agua se removió en el interior abriendo un poco más el espacio, hasta
formar un circulo perfecto, sonrió satisfecho y miro a Changmin.
-Vale ahora vas a conocer los principios básicos del agua, obviamente
conoces sus estados, eso no importa mucho ahora, ustedes los humanos lo
explican mediante la biología, sin embargo con la magia no funciona así…- sus
ojos de nuevo eran azules- Con la magia el agua se convierte en una parte más
de ti, usas tu propia reserva de agua y es como un miembro más, es mecánico, orgánico
como mover una pierna o un brazo…
-Suena sencillo
-Lo es, el punto es que esto es como aprender a caminar Changmin, nadie
nace sabiendo, los bebes se tambalean antes de mantener el equilibrio, tu harás
exactamente lo mismo-
La siguiente hora fue un Changmin tratando de hacer girar el agua del
estanque, una y otra vez, llevaban más de dos horas frente al pequeño estanque y
el pescador no había conseguido ni que se agitara la superficie, la frustración
comenzaba a hacer acto de presencia, Junsu insistía en que se concentrara y
dejara que su intuición tomara el control que despejara la mente y se
permitiera formar vínculos y sabrá que cosas más que al parecer de Changmin no
eran más que ridiculeces.
Los siguientes días fueron más o menos lo mismo a Changmin tratando de
mover, de levantar y de solidificar el agua al final de la primera semana había
sido capaz de crear un débil vínculo con el agua ahora cada vez que se
concentraba al grado de temer por su cabeza (que después de cada sesión parecía
a punto de explotar!) lograba sentir el líquido de su cuerpo fluyendo y
conectándose con el líquido fuera, era capaz de detectar leves corrientes de
aire e incluso podía elevar medio metro el agua, la solidificación le llevo un
par de días más y aun no lo conseguía, sin embargo cerca del sexto día ya podía
al menos crear leves formas que se desvanecían en gotas tambaleantes.
Junsu por otro lado practicaba junto al pescador cada tarde se destinaba un
objetivo (paso a paso) se repetía, sin embargo aún sentía el dolor en la cabeza
y el agotamiento en el cuerpo llegando cada vez más rápido, se detenian siempre
que notaba las piernas temblando y los ojos llorosos, por las noches mientras
se duchaba trataba de manejar el agua de la bañera, de las llaves, de los vasos
y solo se detuvo cuando en un descuido dejo caer una gran cantidad de agua
sobre los anzuelos de Changmin empapando al aludido en el proceso.
Para cuando entro el verano Junsu aún no había recuperado totalmente sus
poderes, hacia más o menos un mes que un demonio marino había atacado al mayor
y según las teorías del propio Junsu junto al veneno de la mordida había una
magia potente que le impedía sanar de manera adecuada y por lo tanto usar su
propia magia para volver, Changmin por otra parte a pesar de haber declarado
que volvería no tenía ninguna prisa en cumplir su promesa.
Posterior al ataque nada extraño había sucedido en el pueblo, ningún ser del
mar había aparecido en sus vidas, por el contrario todo parecía ordinario,
Junsu iba a la botica todos los días una vez que pudo caminar, Yoochun seguía
invitándole a salir, Yunho continuaba burlándose de las caras de Changmin y Jaejoong
se dedicaba a consolar al más joven con cantidades industriales de comida, sin
embargo cada noche dedicaban una hora a entrenar.
Los poderes de Changmin se habían desarrollado de manera asombrosa, ahora
era capaz de formar casi cualquier figura con agua y solidificarla hasta
volverla hielo, podía hacer crecer charcos en medio de la arena y levantaba las
olas cerca de medio metro, no era mucho pero era un comienzo, además leían los
registros que Junsu había robado del centro geológico, buscando cualquier pista
de como la reina (Changmin aún no la llamaba madre!) podría haber abierto una
dimensión a la tierra, Junsu confiaba en que si lo descubría podrían intentar
algo parecido.
Las lluvias amenazaban con entrar
pronto,las estaciones cambiaban de manera vertiginosa, esa tarde Junsu volvió a
la cabaña ligeramente cansado y con las pálidas mejillas sonrojadas por el
clima, dentro de la casa no había nadie, contemplo un momento el lugar en
silencio, la cama vieja y mullida en un rincón, las cobijas debidamente
ordenadas por Changmin, más allá un librero viejo con una gran cantidad de
libros y revistas, una radio vieja, ni si quiera tenían un televisor y el
refrigerador era apenas la mitad de Junsu, la cocina también lucia antigua y la
vajilla era una mezcla de diversas piezas, sin embargo aún con todo eso Junsu
se sentía feliz.
Se imagino una vida entera ahí,
entre las sabanas leyendo libros, bebiendo té junto a Changmin en la vieja y
destartalada mesa, horneando pescado y preparando sus remedios, pensó que si
nunca pudieran volver al mar entonces el....¿ también estaría feliz? Cuando
niño Junsu se mudó a los cuarteles del ejército, su madre no podía cuidar de
sus dos hijos, nunca tuvo un hogar y apenas caía en cuenta de ello...siempre en
el cuartel de entrenamiento, donde la humedad se filtraba hasta los huesos y
estaba prohibido hablar después de las doce, se sintió sofocado. Pensó con
amargura que aún cuando no había experimentado este tipo de calor en el cuerpo
al final de cuentas el gobierno de su pueblo había cuidado de él, lo menos que
podía hacer era servir con lealtad.
El Ondino dejó sus cosas de
cualquier forma en una silla y fue a la playa, se sentó sobre la arena y
contempló el paisaje, se sentía estupido y frágil como si su columna fuera a
colapsar, aún estaba herido, cerró los puños enfadado, siempre era lo mismo, a
pesar de sus poderes el general Kim Junsu terminaba perdido en las misiones,
deseando lo que no era suyo y siendo ignorado, se sintió tan o más sofocado que
antes, las primeras gotas comenzaron a caer, miro al frente y ni siquiera
intentó crear un escudo para protegerse, Changmin no volvía y una angustia
comenzaba a formársele en el pecho. Pronto la lluvia se desató de manera
torrencial, el mar rugía y las olas rompían con violencia contra la arena, el
cielo se oscurecía y Junsu estaba empapado hasta los huesos.
Changmin llegó a la orilla
completamente mojado, llevaba una red medio llena en las manos, la dejo dentro
de la barca y arreo la barca por la arena, no fue hasta estar a un metro de la
casa que lo noto, Junsu estaba hecho un ovillo sobre la arena húmeda, húmedo de
pies a cabeza, dejó la lancha y camino curioso hasta el joven. Junsu alzó la
mirada cuando los pies de Changmin entraron en su campo de visión, la lluvia
ahora caía en una suave brisa, el menor lo veía curioso, preocupado y
divertido, sus ojos centellaban de una manera particular y sus labios se
curvaban con ironía, Junsu intentó disimular su ansiedad.
-¿Qué haces así Hyung? – Junsu lo
observo mordisqueándole los labios nervioso- Vas a enfermarte de nuevo, ya me
imagino la cara de Yunho si eso llega a pasar, no dudes que él estupido Marino
ese venga a joderme también- Junsu sonrió divertido mientras se ponía de pie
con tranquilidad - Vamos adentro ya, no sea que se venga por aquí Jaejoong y me
reproche ....
Junsu se dejó guiar al interior
de la cabaña en completo silencio, esa sensación de calidez que había sentido
hace un par de horas en la cabaña se instaló en su cuerpo con mayor intensidad,
la mano de Changmin rodeaba la suya con firmeza y cuando el más alto se apartó
para ir por un par de toallas la calidez seguía ahí. El más alto extendió la
toalla mientras secaba su cabello con descuido pero el mayor permanecía inmóvil
contempladolo con una sonrisa a medias en los labios Changmin le observó con
nerviosismo.
-¿Hyung?
El menor continuó en silencio,
sus ojos se cerraron y parpadeo rápidamente tratando de tomar el control de su
cuerpo sin embargo se encontraba ahí, reconfortado observando a Changmin con la
sensación de estar viendo el sol, sentía el calor creciendo en su pecho, su
corazón latiendo sin control y se asusto de forma desmedida, el golpe le cayó
como un rayo, cayó en cuenta de que al fin sabía lo que era un hogar. Changmin
parecía asustado y contemplaba a Junsu con inquietud tomo una toalla entre las
manos y comenzó a secarlo balbuceando cosas, por su lado Kim sintió el calor
quemándole en las entrañas.
Ahora entendía que era un hogar,
lo supo, las manos de Changmin le secaban la cabeza con delicadeza y Junsu tuvo
la certeza de que fuera el lugar que fuera, Changmin sería lo más parecido que
hubiera tenido a un hogar. Él Ondino
sintió un temblor recorrer su columna vertebral, cerró los ojos y se permitió
envolver con los brazos el cuerpo del pescador que pareció shokeado en un
inicio, sin embargo pronto los brazos del más alto respondieron y le rodearon
con delicadeza, Junsu se hizo un sitio entre su hombro y su cuello, sonrío.
-¿Ha sucedido algo Hyung?
Junsu negó con la cereza y
levantó la mirada, sentía las mejillas arder y entendió un poco más del mundo y
sus maravillas, cerró los ojos y temblando se acercó hasta el menor que abrió
mucho los ojos pero continuó inmóvil, Junsu tomó aire y junto un poco más de
coraje al final de cuentas era un soldado algo como esto no podía derrotarlo,
acortó las distancias con un último temblor y posó sus labio sobre los de
Changmin. El más alto permaneció azorado por un par de segundos, entonces cerró
los ojos e hizo lo que su cuerpo le ordenó, beso a Junsu, sus labios se movían
con lentitud sobre los de el mayor, se rió febril y aún así pensaba que esto
era lo más normal, lo único que podía pasar entre los dos. Se separaron al cabo
de un par de minutos
Junsu lucia un sonrojo adorable y
Changmin parecía ansioso, se miraron entre divertidos y avergonzados hasta que
el mayor río, Changmin sonrió también. Un nuevo beso acalló a Junsu que parecía
tener un ataque de risa, luego otro y otro hasta que sintió los labios
cansados, entonces se soltó aún sonriendo y fue a una de las sillas, el
pescador le siguió divertido. Se observaron en silencio por un largo tiempo y
no hicieron falta las palabras esa noche Shim Changmin al fin entendió lo que
quería decir su Hyung cuando hablaba de formar vínculos.
El siguiente mes fue el más
extraño y el más feliz que ambos jóvenes hubieran vivido hasta ahora, el sol
reinaba en la vieja cabaña y si bien no iban por el mundo haciendo escenas, los
pequeños gestos ahora tenían un matiz diferente, las tarde de entrenamiento se
sentían más como una cita y pronto las cenas juntos se volvieron una especie de
ritual, las visitas de Changmin al trabajo de Junsu eran tan frecuentes que
Yunho amenazaba con contratarlo, las miradas de Jaejoong ahora estaban llenas
de algo que parecía sospecha y Yoochun lucia una melancolía que parecía
preocupar ligeramente a Junsu, por su parte Changmin estaba encantado. Sin
embargo para que se aprecie el sol debe existir la oscuridad, Junsu lo sabía y
aún así día a día intentaba ignorarlo no fue hasta finales del mes que su sueño
comenzó a desvanecerse.