Hellas! por fin estoy de vuelta, la verdad espero que les guste me entusiasme mucho escribiendo esto en realidad lo disfrute, al fin ahora que tengo una semana de descanso pude terminarlo. espero escribir algo corto.
Como siempre gracias por leer y aun mas por comentar :) sin mas inicio
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Se tambalea de un lado a otro
cuando el edificio a sus espaldas explota en mil pedazos, da la vuelta sobre
sus talones, un ruido sordo le invade los oídos y los sonidos le llegan desde
muy lejos, le duele la cabeza, un hilillo de sangre resbala por su frente. La
gente corre de un lado a otro, hay gritos de mujeres y niños llorando, un par
de metros mas allá un montón de patrullas se aproximan, todos corren, empujan, él
está confundido, solo hace par de minutos había estado dentro de esa cadena
televisiva entregando su última noticia, un escalofrió le recorre la espalda
cuando cae en cuenta, todos han muerto. Piensa en sus compañeros, en la chica
que siempre le sonreía en el ascensor, en su estúpido jefe, comienza a temblar,
una extraña rabia le invade, cierra los ojos y aspira el aroma a humo y carne
quemada, le vienen arcadas que reprime como puede, entonces lo recuerda, ese
chico extraño que ha estado observando todas la mañanas esta última semana.
Abre los ojos de golpe y le busca
con la mirada, no ha pasado tanto tiempo y está seguro que hoy mismo le ha
visto en la entrada de la empresa; busca entre la multitud, se mueve con
desesperación, sabe que es el culpable, está convencido de ello, los policías
le gritan algo cuando pasa corriendo muy cerca de las llamas, él no se inmuta y
continua con la carrera, entonces le ve, está ahí apoyado contra un poste, se
sujeta una pierna y respira entrecortadamente, sus miradas se encuentran
brevemente antes de que el joven frunza el ceño y comienza a caminar con la
mayor rapidez posible a la entrada más cercana del metro. Corre sin pensarlo,
debe atraparlo, la sangre le bombea con fuerza, le tiemblan las piernas y él
hombre delate suyo baja con dificultad las escaleras para perderse en el andén,
corre aún más rápido, tanto que el costado derecho comienza a lastimarle, entra
a la estación que está prácticamente vacía y distingue el dobladillo manchado
de sangre dando la vuelta, se encamina y pasa sin pagar.
Tiene los sentidos adormecidos
tanto así que tarda en escuchar el brusco caminar a sus espaldas, es demasiado
tarde para cuando lo nota, está sujeto por el cuello, un brazo de fuerza
extraordinaria lo detiene, escucha la respiración entrecortada en el oído,
percibe el cuerpo tembloroso a sus espaldas, sabe que es él. Agita el cuerpo,
lucha con todas sus fuerzas, intenta gritar pero es acallado de inmediato por
una mano más grande que las suyas, se queda inmóvil cuando una pistola se
presiona contra sus adoloridas costillas.
-Guarda silencio, vas a venir
conmigo- se siente aterrado, pero es incapaz de moverse es consciente del
peligro
El metro llega al fin, suben al último
vagón, la pistola no se ha retirado ni un milímetro de su piel, comienza a
pensar que es un idiota, debió advertir a la policía, debió contarles todo, debió
gritar quien era el culpable, siente el llanto ahogándose en la garganta, se le
doblan las piernas y choca contra el
firme pecho a sus espaldas que se queja adolorido, se pone en pie de un brinco
aterrorizado, el vagón esta vacío, arriba hay un escándalo, nadie parece
interesado en el par de jóvenes en ese momento, las puertas se cierran y el
metro se pone en movimiento, entonces es liberado con brusquedad cae el suelo
de rodillas y escucha al otro sentarse con jadeos, se da la vuelta. Sus ojos se
abren de par en par cuando se clavan en esa larga pierna chorreante de sangre,
tiene la tela del pantalón adherida a la piel, esta rosa en carne viva y los
puños del que es su captor se cierran con fuerza a los costados.
-No puedo ir a un hospital, tendrás
que curarme tu- es una orden, se le seca la garganta-Eres un entrometido,
tenemos que ir a mi casa-la voz de su captor es ronca, capta los tintes de
dolor en ella, el permanece mudo, observando de hito a hito al joven frente a
él.
Sabe de inmediato que no es más
que un par de años más joven que él, lleva el cabello castaño un poco largo y
le hace ver aún más joven, tiene una piel tostada y es alto, sus labios son
delgados , están secos por el esfuerzo, tiene ojos profundos y oscuros, como un
abismo, parece relajado aun cuando su pierna está despellejándose y manchándolo
todo ahí mismo, cuando se pone de pie y apunta con el arma indicándole que
camine percibe que es mucho más alto de lo que pensó, se rinde, ni pensarlo, jamás
podría escapar aun estando herido parecía ser un experto, después de todo había
hecho explotar la más grande cadena de noticas en Seúl él solo, cierra los ojos
e inhala mientras las puertas se abren, siente la pistola de nuevo esta vez
contra su espalda.
Caminan a paso relativamente
rápido, la gente alrededor parece no notar nada extraño en ellos, la mano
izquierda del hombre lleva la pistola firmemente sujeta mientras la otra le
rodea por los hombros, a simple vista un abrazo, el joven camina arrastrando la
pierna herida, respira cada vez con más dificultad pero no suelta ni un solo
quejido, salen a la luz del sol que les deja momentáneamente ciegos, aprietan
el paso y terminan abriéndose paso entre un montón de callejuelas, no tienen
mal aspecto en lo absoluto, más bien parece un barrio modesto, hay niños en la
calle jugando despreocupadamente, una niña pequeña se acerca a ellos y cruza
una sonrisa con su captor, él se detiene un segundo y le acaricia el cabello.
-Da vuelta aquí- entran al que
parece un callejón sin salida, camina resignadamente por él, huele a humedad y
a algo más que le pica la nariz, se detienen un par de metros antes de topar
con la pared de ladrillos, el joven extiende la mano y toca tres veces
consecutivas, la puerta de metal se abre con simpleza, siente como le empujan
por la espalda y entra trastabillando, dentro el ambiente es aun mas húmedo, el
olor picante es aun mas intenso, no puede reprimir una tos, la habitación
estaba apenas iluminada por un foco amarillento que oscilaba en medio del
techo.
-Que diablos te paso!?- la voz de
un nuevo hombre retumba en la pequeña habitación- Quien demonios es él?
-Me siguió- el hombre sale por
fin de una pequeña habitación contigua es casi tan alto como su acompañante,
parece un poco mayor, tiene un lunar cerca de los labios y lleva un pan entre
las manos, las cejas del hombre se arquean, se lleva una mano a la bolsa de los
vaqueros, el terror le embarga- Esta bien Yunho, él se encargara de mi pierna.
El hombre llamado Yunho le
observa, se acerca y le obliga a levantar la cabeza, lo acerca al foco,
entonces sus ojos se abren y sus labios se curvan, tiene una sonrisa traviesa
en la cara y se da la vuelta mientras el joven se tira en un viejo sofá
-Sabes quien es?- el menor niega
y hace una mueca de molestia- Es Kim Junsu, el periodista estrella de esa
estúpida cadena- los ojos del mas joven se clavan en su rostro con atención,
después expulsa el aire
-Que más da
-Cuando la cadena se entere que
ha desaparecido se armara la grande! – exclamo emocionado el hombre
mordisqueando el pan- Boom! Tendremos tanto como queramos- Yunho sonreía y el más
joven se limitaba a examinar su pierna sin tocarla
-Ya hablaremos de eso- el corazón
de Junsu se aceleró, estaba oficialmente secuestrado- Viste las noticias? Como
fue?
-Excelente!- los ojos de Yunho brillaban
y sus movimientos se vuelven entusiastas como un niño pequeño, luego dirgio una
mirada de reojo a Junsu y continuo- Nadie se lo esperaba, fue espectacular si
seguimos asi podremos cumplir la misión antes de lo que pensábamos, eres un
genio Changmin
Junsu le dirigió una mirada inquisitiva
al menor que ni se inmuto, se limito a extender la pierna con un jadeo y cerrar
los ojos, luego le lanzo una mirada seria a Yunho que de inmediato dejo de
moverse por toda la habitación, Junsu lo vio clavar la mirada en la pierna del
menor que cada vez parecía ponerse peor pero no dijo nada al respecto
-Hyung, tienes que ir a informar,
estará bien, debemos darnos prisa- Yunho asintió pero le clavo la mirada a
Junsu – Bha! El no es un problema, debes decirles que le tenemos aquí
-Vale- Junsu lo observo llevarse
una mano al frente como señal de despedida antes de darse la vuelta- Cuidate
mucho Changmin.
El silencio fue la única
respuesta, ante esto el mayor salió a paso rápido, el foco de la habitación
volvió a temblar y el silencio parecía un frio cuchillo, Junsu miro por primera
vez a todos lados, se dio cuenta que en realidad el lugar parecía mas un sotano
que una habitación tenia todo lo necesario en el mismo lugar a excepción del
baño que parecía ser la pequeña puerta por la que Yunho saliera, una cama vieja
en un rincón contrastaba con el equipo de computo de alta calidad, la TV
también era nueva, había una consola en el suelo y juegos apilados a un
costado, un monton de libros apilados en una pared y un enorme librero que
servía como pared para dividir el dormitorio, un refrigerador gris junto a una
precaria estufa, en otro rincón bien alejado de todo un monton de cajas de seguridad Junsu no se imaginaba que
guardaban ahí. Después de un momento se dio cuenta que nada le impedia darse la
vuelta y salir entonces como si le leyera la mente Changmin carraspeo.
-Tiene un sistema de alarmas,
solo podemos abrir Yunho o yo, lo diseñamos juntos, es sensible al tacto, si
alguien lograra entrar jamas podría salir, al poner una mano en esa perilla
recibirías una descarga electrica mortal- lo dijo todo con voz entrecortada,
Junsu se sintió hundir, le temblaron las piernas
-Sabes que esto es un secuestro
-No soy estúpido, se lo que hago-
sus miradas se cruzaron desafiantes y el joven de piel palida exploto
-Dentro de ese edifico había
gente inocente! Estaban trabajando, no te importo? Es decir porque?! Porque
volaste el maldito lugar!!? Había una señora, era madre soltera y…- se le
atoraron las palabras, las lagrimas le resbalaban por las mejillas y se metían
en sus labios, Changmin permaneció en silencio –Quienes son ustedes?
-Changmin y Yunho
-No juegues conmigo!- Changmin
esbozo una sonrisa adolorida- SI quieres que te ayude a curar eso dime que
diablos pretenden!? Como sabes que puedo curarte?
-Quienes somos? Que hacemos? – se
dio un par de golpecitos en los labios que estaban mas palidos que antes- A
caso te importa enterarte del cómo sé que estudiabas medicina antes de ser
reportero? Estoy a punto de desmayarme, se que no me permitiras morir Kim Junsu
-Eres un demente!!- grito con
todas sus fuerzas, entonces Changmin cayo a un costado, un charco de sangre se
extendia por el suelo, Junsu sintió arcadas de nuevo, vomito todo lo que había
comido esa mañana antes de ir al trabajo y lloro por media hora mas
El sol se ocultaba, lo podía ver
por la única y pequeña ventana de la habitacion, Changmin continuaba sangrando
y estaba mas palido, cerro los ojos con fuerza y se acerco, paso el charco de
vomito con nauseas aun, tomo la pierna y rompió el pantalón, la carne estaba
quemada pero no parecía tan grave, se alivio sin saber bien el motivo, entonces
se puso en pie y fue al baño, si este sujeto era un terrorista y manejaba armas
debería tener algún botiquín al menos. Tardo un rato en volver con todo lo
necesario entre las manos, cada vez tenia mas dudas, Changmin tenia un mueble
lleno de medicamentos y antibióticos, no parecía tener mas armas que la pistola
que portaba en el bolsillo, lo había visto ser amable con la pequeña, no había
sido violento con él y aun asi había volado ese edifico lleno de gente, el
mundo es un lugar extraño, sin duda.
Encendió la TV necesitaba saber
si lo buscaban, quería saber cuánta gente había muerto, subio el volumen y fue
a realizarle la curación a Changmin, primero limpio el suelo, luego comprobó la
temperatura y le suministro el antibiótico, después inyecto la anestecia, el
joven gimio adormecido, la mano de Junsu no pudo evitar depositar una caricia
por la frente del moreno. El noticiero comenzó, como era de esperarse se
hablaba solo de la explosión, entonces llego el recuento de daños, mencionaron
su nombre primero, decían que se le había visto salir del lugar pero que no
lograban establecer comunicación alguna con él, la voz de su mejor amigo Park
Yoochun pedia a los medios le ayudaran a localizarlo, de nuevo tuvo ganas de
llorar pero continuo curando la herida de Changmin, sin embargo se vio obligado
a detenerse, acababan de declarar el atentado con un saldo blanco salvo por su
desaparición y la muerte de su jefe.
-Imposible- era imposible, él
había visto el edificio lleno antes de salir, había saludado a la chica en el
ascensor, no obstante en las noticias repetían que el edificio se hallaba
desocupado salvo por el jefe en piso, Junsu trago saliva, dejo a un lado la
curación y fue al televisor
Enfrente de la cámara una de las
encargadas de limpieza hablaba, estaba palida como la nieve y sollozaba, segun
su declaración la alarma de incendios sono antes de la explocion, todos
lograron salir del lugar sanos y salvos, gracias a que un joven recién
contratado había dado el aviso, cuando se le pregunto por él solo pudo decir
que era alto y joven, llevaba una chaqueta gris, pero le fue imposible
localizarlo después, seguro había ido con su familia. La mirada de Junsu se
fijó en el más joven tendido en el sofá, Changmin portaba un pantalón de
mezclilla oscuro, tenis tipo bota negros y una chaqueta gris, se sintió mareado
de nuevo, a saber cuántos mareos llevaba en este día.
-Qué diablos…- la noticia
termino, su foto apareció completa en la pantalla y se lamentó la muerte
del jefe de la cadena, apago la televisión se
sentía cansado, debía terminar la curación cuanto antes.
Se acercó de nuevo a Changmin
dispuesto a vendarlo y terminar de una buena vez, le curo con detenimiento,
limpio la herida y saturo donde debía saturar, había hecho un buen trabajo, sin
embargo el menor tendría que permanecer en reposo por un tiempo, su estómago
rugía pero los parpados le pesaban, tomo a Changmin como pudo y lo acomodo en
el sofá, le coloco una manta de la vieja cama y después lo observo. El
flequillo caía rebelde por su frente de forma desordenada, parecía aún más
joven que antes, respiraba acompasadamente y Junsu de alguna manera no
comprendió, que hacia alguien tan joven como Changmin volando edificios, quien
diablos era y porque parecía tan solo, suspiro pesadamente y camino al colchón,
necesitaba dormir, tal vez si sabía comportarse Changmin lo dejaría ir.
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