Dos semanas después cuando sale del hospital aun tiene las
marcas negras en los tobillos que lo confirman, el espíritu de ese tal Changmin
estuvo ahí, con él, solo recordarlo le provoca escalofríos aunque tiene que
agradecerle, de alguna manera gracias a su presencia en la habitación ayudo a
que le dieran de alta con un diagnostico más o menos digno, porque Kim Junsu
podría estar loco y ver fantasmas pero que la mitad de un hospital y hasta una
cámara de TV le haya captado habla de media población demente
Ahora en la calle la gente había dejado de tratarle como un
idiota, al menos no frente a frente, habían dejado de llamarle loco para
comenzar a decir que el hijo de los Kim hacia pactos con demonios, que hablaba
con muertos y hasta que se había enfrentado a la muerte, un sinfín de tonterías
que a él le tenían sin cuidado, es mejor ser temido y respetado al final de
cuentas, ahora en la escuela era no solo un marginado, si no un marginado
temido, las únicas personas que por alguna extraña razón aun permanecían cerca
de él eran tres extraños chicos
Uno de ellos era pálido y hermoso como una flor blanca,
siempre escuchaba atentamente a Kim e incluso le daba consejos para tratar con
los fantasmas, su nombre era Jaejoong y fue el primero en visitarle, el segundo
era su primo Yoochun un chico de ideas nuevas, amistoso y fiel amigo de Junsu
desde niños, incluso había tenido la valentía de defenderlo dos o tres veces
estos últimos meses, el ultimo era Jung Yunho hijo del gobernador del pueblo,
un joven con un buen corazón defensor de Kim hasta las últimas consecuencias,
en lo que respecta al resto del salón preferían ignorarlo, señalarlo a sus
espaldas o fingir alegría por su regreso
Podría decirse que Kim Junsu llevaba una vida de
recuperación, tiraba todas las cartas provenientes de Seúl donde le hacían un montón
de invitaciones y preguntas de programas paranormales, su madre le vigilaba en
cada momento como temiendo que todos esos rumores fueran de alguna manera
verdaderos, él solo quería crecer y salir de ese horrible pueblo, por las
tardes después de la escuela solía ir a algún templo o lugar tranquilo, se
sentaba ahí en medio del silencio esperando que algo sucediera, que alguien
apareciera y le propusiera irse lejos de ahí, en resumidas cuentas llevaba una
vida del infierno
Tenía momentos de felicidad claro que si, como cuando podía
estar a solas con Jaejoong, Yoochun y Yunho, cuando charlaba con su hermano o
su madre hacia su comida favorita, pero la mayoría del tiempo era una vida
abrumadora, llena de extraños sueños donde esos ojos oscuros como un chocolate
amargo se fijaban en él, donde el frio contacto de ese Changmin se extendía por
su cuerpo, sueños donde era arrastrado a algún submundo sin salida, se
despertaba a media noche con la respiración agitada
Extrañamente las visiones de mas fantasmas parecían haberse
esfumado, no era como si lo extrañara solo le parecía curioso desde esa vez en
el hospital llevaba una vida sin sobresaltos porque un quejido le despertara a
media noche o porque una niñita pálida le saludara desde el espejo, para ser
honestos estaba algo temeroso, al final de cuentas desprenderse de ese “poder”
como solía decir su abuela a su tragedia, no era cosa fácil
Fue por todo eso que cuando Junsu lo volvió a ver saliendo
del espejo de su habitación no se alarmo, al menos no demasiado, por un momento
se sorprendió por la altura de ese chico de camisa blanca que se movía de forma
resuelta hasta quedar a un palmo de distancias, de nuevo el aliento gélido le
helo la sangre
-E Estas aquí- de nuevo el chico solo le devolvió la mirada-
Creí que no te vería mas…Changmin
Una sonrisa torcida se apareció en ese fino rostro de
facciones asombrosamente atractivas, Junsu trago saliva cuando una mano etérea
se poso en su cabello dejando lo que parecía una caria
-Buscas algo?- comenzaba a tener frio así que se puso de pie
para colocarse un suéter ante el silencio del joven Changmin, sin embargo en un
rápido movimiento la fría mano del ente se poso en su muñeca y Junsu tuvo que
hacer uso de toda su fuerza para no gritar, era raro pero
Changmin era el
primer fantasma que podía tocarlo – No hagas eso!
Estaba enfadándose cuando se topo con un Changmin con una
mirada curiosa y la cabeza ladeada como un niño que acaba de realizar una
travesura, suspiro repentinamente conmovido
-Es solo que eres muy fuerte, me lastimaste la ultima vez,
no debes hacer eso Changmin- se recogió el pantalón encima de los tobillos
mostrándole el par de cardenales negros, el agarre se deshizo en un instante y
Junsu rio sin pode evitarlo, el chico pálido frunció el seño-
Tranquilo solo
pensaba que eres muy considerado, ya sabes para ser un fantasma
Entonces Changmin frunció mas el seño y se levanto abrió las
manos y separo los labios sin emitir sonido alguno de pronto la cama de Junsu
estaba flotando, las manos de Kim comenzaron a sudar nervioso, si su madre
entraba y veía algo así seguro su vida abría terminado y estaría internado en
alguna iglesia el resto de su vida así que corrió hasta el chico alto, susurro
su nombre pero parecía como si no le interesara entonces en un acto de
repentina desesperación, lo toco, le tomo por las muñecas con temor y el frio
se extendió desde sus brazos hasta su pecho, de inmediato Changmin dejo caer la
cama con un ruidito, salto o hizo algo parecido a saltar hacia atrás con los
ojos bien abiertos
Junsu cayó sobre la alfombra tembloroso e impactado, nunca
había intentado tocar a un fantasma que hubiera visto, sin embargo estaba
seguro que no habría podido hacerlo, estaba seguro, por algo ninguno lo tocaba
a él, entonces porque con Changmin parecía ser diferente, tomo una manta de su
cama recién revuelta y se envolvió en ella aun tembloroso, se acerco gateando
al fantasma que permanecía cual sombra a un paso del espejo
-No te vayas!- grito cuando le vio dispuesto a atravesar el
cristal- Dime que buscas…- un silencio tenebroso y desesperante, sus miradas
chocando, él corazón de Kim en su garganta, Changmin sonriendo macabramente
acercándose cual brisa oscura hasta quedar justo detrás
Las luces prendiéndose y apagándose, quejidos y lamentos
débiles, la piel de Junsu fría y erizada, un miedo mezclado con emoción, las frías
manos aferrándose con fuerza a los hombros del chico pálido, una respiración
sosegada, los muebles vibrando, la voz de su madre pidiéndole bajar a cenar y
sus labios sellados, no podía hablar, su cuerpo sudando, el miedo cuando su madre
sube las escaleras
De pronto una suave voz melodiosa más clara que antes en su
oído dejándole una sensación húmeda que le da escalofríos
-Max, me decían Max, Xiah tu eres Xiah
-Qué?
-Volveré Xiah
-Yo? como sabes que me dicen así?- se trataba de un viejo
apodo dado por su padre que solía decir que tenia la energía de toda Asia, un
apodo privado con el que solo sus amigos y familia le llamaban nunca ningún
muerto le había dicho de esa manera
La luz regreso a la normalidad, el frio se fue, Changmin se
había ido pero su cuerpo seguía helado así que apretujo las mantas justo cuando
su madre abría la puerta
-Te sientes bien Xiah?- un escalofrió le recorrió el cuerpo
al escuchar ese apodo
-S Si- respondió temblado, su madre se acerco con gesto
preocupado mientras él se ponía de pie- C Caí de la cama
-Déjame revisarte- una mano cálida en su frente, el sudor
nervioso en su espalda y una exclamación- Estas ardiendo en fiebre, recuéstate
te traeré la cena ahora
Sorprendido se dejo caer en el colchón, fiebre? Qué
demonios? Cerró los ojos un segundo, cuando los abrió le precio ver brevemente
a Changmin en el espejo parpadeo y todo parecía normal de nuevo
-Así que Max… que es lo que deseas Max Changmin? – poco
después llego su madre con la cena
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