Cosas del destino Epilogo

Cap. 10 epilogo

El joven de escasos veintitantos años cruza por el puente flotante mientras montones de naves galácticas se amontonan bajo sus pies, lleva una rebanada de pan dulce entre los labios e intenta correr sin caerse del deslizador a veces echa de menos los puentes normales con cemento y gradas , esos que siempre están en las fotos de la universidad un tren pasa a su lado haciéndolo tambalear

La pantalla que lleva entre las manos se mueve de un lado para otro cuando intenta con desesperación conservar el equilibrio, la gente que pasa por ahí vestida de múltiples colores brillantes apenas le dedica un vistazo, algunos divertidos otros molestos por el escándalo que está armando, al final el aparato cae al suelo estrellándose la pantalla

-Carajo!- grita con tanta fuerza que la personas se detienen en su andar, enfadado baja la mirada y patea el aparato destrozado muerde el pan mientras su cabello castaño se mese cuando el siguiente tren se detiene en la plataforma transparente,  el joven sube refunfuñado preguntándole a todos los dioses o seres superiores porque tendría él que tener tan mala suerte su primer día de clases

Tarda menos de un suspiro en llegar a su estación baja a la tarima que transporta a los nuevos alumnos, se trata de la novedad del año aerodeslizadores gigantes, indiferente se lleva las manos a los bolsillos subiendo el volumen de su música, camina con lentitud hasta el aula de cristal el reloj análogo y enorme marca que lleva cinco minutos de retraso, bufa de nueva cuenta mientras pulsa el botón del deslizador para que le lleve donde desea

Un joven pálido y baja estatura le empuja cuando esta por bajar, deja escapar un grito de indignación causando algunas risas entre los alumnos más antiguos, el hombre voltea sobre el hombro con los ojos redondos abiertos de par en par, después repara en el joven estudiante que le observa con gesto de enfado

-Lo siento, voy tarde- el menor se muerde la lengua para no insultarlo, el reloj a sus espaldas marca diez minutos de retraso ambos hombres corren por el pasillo-Oye ya me disculpe, quieres dejarme!

El castaño rueda los ojo y chasquea la lengua sin detener la carrera por los pasillos de cristal tan pulido y limpio que es posible ver el cielo y las nubes debajo de ellos, algunas naves pasan por debajo de cuando en cuando

-Idiota yo también voy en esta dirección

-No me llames idiota, no sabes con quien estas …- un hombre mayor aparece entonces por una de las puertas a los costados del pulcro pasillo-maldición!- gruñe el mas pálido deteniéndose en el acto-Director- hace una profunda reverencia mientas el más joven continua su carrera al salón complacido, al menos el no está en problemas

Llega al salón con la respiración entrecortada, afuera su mejor amigo Jaejoong le espera, camina hasta el muchacho de belleza sobrehumana que se muerde las uñas, lo toma por el antebrazo con un gesto de cansancio

-Se te ha hecho tarde!

-No me digas- rueda los ojo exasperado

-Es el primer día, el profesor Jung se ha pasado por aquí para decirnos que el nuevo profesor está atrasado

-Al menos no tendré que ser casti…- se interrumpe a media frase cuando el joven pálido de hace un momento camina por los pasillos junto al director y su antiguo profesor Jung Yunho

-Entremos ahora- se deja arrastrar por su amigo que le jala por el brazo, el hombre de piel pálida lo observa con indiferencia al pasar por su lado

-No puede ser…- murmura más para sí mismo, Jae está abriendo la boca para hacer una pregunta cuando les piden hacer silencio

-Bienvenidos a su segundo semestre en la universidad, como todos saben soy el profesor Jung Yunho y tengo el placer de presentarles a mi nuevo adjunto – su mano señala al joven de piel pálida que levanta la mano, Yoochun uno de sus amigos tiene la boca abierta –Estará ayudándome en este semestre, cuiden de él

-Es un placer,  soy Kim Junsu- se presenta al fin con una profunda inclinación que hace balancear su figura con elegancia algunas chicas suspiran  por su parte Changmin que ahora está deseando romper el cristal bajo sus pies y desaparecer se hunde entre las mochilas

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Es el final de la primera semana, Changmin camina por el pasillo en silencio y completamente solo el resto de sus amigos ha ido a casa y él ha tenido que ir en busca de un nueva tableta de información a la sala de informática de la escuela, camina con el aparato entre las manos cuando su cuerpo choca contra una pequeña pared

-Hey!- la suave y chillona voz la reconoce d inmediato

-Tú- replica con la mirada en el suelo donde Junsu ha caído

-Shim Changmin verdad?

-Me recuerdas- susurra el joven torciendo los labios pensaba que el hombre le había olvidado, después de todo llevaba todo ese tiempo sin ir a las clases

-Como podría olvidar a la persona que me llamo idiota- las mejillas de Min se ruborizan mientras que el joven se pone en pie-Por qué no has ido a clase?  No aprobaras si continuas de esta manera

-Lo juras?

-De verdad- y Changmin no sabe si golpearlo o reír- Ya lo sé!

-No es para que te enfades, ven hablemos de tu situación debes tener algún problema yo te ayudare, sabes era bueno en la escuela siempre escuchaba a…

-Para ya, no tengo nada!- le interrumpe el joven alto incapaz de contarle que no ha ido a clase a cusa suya, es decir cómo iba el a saber que al hombre al que ofendió le calificaría

-A mí no puedes engañarme vamos ya, tengo algo de hambre tal vez podríamos hablar en la cafetería – siente como su suéter es jalado por los dedos delgados y o sigue a regañadientes

Toman asiento en una de las tantas mesas, el lugar está casi vacío por la hora y el cielo es de un color opaco, Changmin toma asiento con los brazos cruzados mientras que Junsu mueve su bandeja de un lado a otro en la barra flotante de la cafetería, finalmente después de un par de minutos el joven se sienta justo enfrente con una caja pequeña y un cuenco de leche

-Has tardado tanto por cereal?- gruñe Min

-Hay muchos sabores es difícil elegir!- se defiende de modo infantil

-Y bien?

-No puedes dejar la clase- abre el cartón y lo agita antes de volver la caja sobre el cuenco

Changmin suspira cuando el mayor comienza a hablar sobre el futuro, su responsabilidad y esfuerzo, le escucha al comienzo por compromiso para finalmente terminar por completo cooptado por el joven que le narra la forma en que decidió estudiar artes , como ha venido esforzándose desde siempre y pronto hay una montaña de cajas de cereal a su lado

-Así que tienes que ir- culmina el mayor mientras abre la última caja – Ho! Trae un premio!- chilla emocionado haciendo que Min se pregunte a o pesar de todo lo que ha escuchado en estos últimos cuarenta minutos como alguien como Junsu pudo terminar siendo maestro –Mira es un colguije!

La fina cadena dorada cuelga de uno de los dedos del mas bajito, afuera la lluvia comienza a estrellase contra el cristal causándole un sobresalto a los jóvenes que dela nada reparan en la hora, Changmin se pone en pie y Junsu le imita con un gesto de duda

-Qué pasa? Ya te dije que iré a clase

-Hagamos una promesa

-Qué?- Changmin comienza a pensar que ese hombre ha enloquecido un poco al creer que podría lograr que le prometiera algo, camina hasta la salida donde la luna brilla y las gotas e humedecen las ropas y el cabello

-Hey Changmin!- Junsu está de nuevo frente a él cubriéndole el paso, metiéndose entre sus pupilas impidiendo que mire nada más que su rostro blanco y mojado –Vamos!- mese la cadena con una pequeña piedra roja en el extremo

El más alto se siente de pronto un tanto familiar, suspira ante ese sentimiento extraño que no idéntica, la lluvia se ha vuelto cálido, la dulce voz de su ahora profesor suena en sus oídos, él extiende sus dedos para examinar la cadena , suspira y responde sin entender el porque

-Vale hagamos la maldita promesa

-Bien!- el mayor se pone en puntillas para colocar la cadena- Me llamaras profesor lo prometes

-Lo prometo- responde cansinamente el menor

-Iras a clase de ahora en adelante

-Lo prometo

-Confiaras en mi desde hoy- Changmin levanta la mirada y Junsu esta solo a un palmo de distancia mirándolo con seriedad, el collar prende de su cuello ahora

-Yo…- su Hyung lo mira brevemente antes de sonreír de oreja  a oreja dando un paso atrás, una corazonada le hace doler el pecho a Changmin que toca ahí donde pica como nunca- Lo prometo

-Bien! Ahora esto es tuyo, para que siempre recuerdes tu promesa- le observa ampliar la sonrisa y de pronto sabe que esto es algo que no ha planeado

De un segundo a otro mientras sonríen en medio de la oscuridad a la salida de la universidad ambos jóvenes saben que este encuentro es algo más, quizá algo llamado destino